Corrientes del positivismo a través de la historia
- Lic. Marielos Ugalde
- 20 abr 2019
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 21 abr 2019

Al entrar en materia sobre una corriente de pensamiento considero que se debe una ubicar en el espacio y tiempo de las personas que están dándonos explicaciones sobre algún tema sobre comportamientos, pensamientos o teorías que les afectaban directamente.
Aunque tengo un magnífico esposo que ama la política, me es difícil hablar con él sobre este tipo de filosofías, ya que es del tipo de pensamiento que piensa que las corrientes filosóficas de nuestros padres en la historia siguen intactas como en el principio... bueno, al menos a mi parecer. Pero me daré la libertad de hablar sobre esta corriente de pensamientos que han sido modificadas y han sido alejados a una cruel realidad como la mayoría de las corrientes valientes que tomaron el corazón de muchas personas.
El positivismo es hijo terminado de una época sangrienta y falta de valores humanos, donde para muchos el ser humano valía según su clase social o su color de piel (aunque aún en pleno siglo XXI tenemos muchas situaciones iguales o peores), en este lapso de la historia humana la madre de esta corriente fueron grandes pensadores, liberadores, esclavizadores, imperios (Español, Portugal y Británico) que persiguieron por medio de sus acciones la razón de su existir y asimilar lo que estaba ocurriendo a su alrededor.
Según Andrew Taylor, periodista e historiador británico, en su obra “Apogeo y Caída de los Grandes Imperios:
“La corta unión de España y Portugal a principios del siglo XVII creó el primer imperio marítimo que se extendía por todo el globo. Los imperios marítimos se crearon a partir de los grandes descubrimientos realizados siglo y medio antes. La propia España sólo llevaba unificada veintitrés años, desde el matrimonio de Fernando Aragón e Isabel de Castilla, cuando Cristóbal Colón cruzó el Atlántico en 1492, mientras que los primeros asentamientos portugueses en la india siguieron al viaje de Vasco de Gama en 1498 Resulta difícil imaginar la rápida expansión del conocimiento del mundo que siguió a estos viajes; como dijo un explorador, en sólo ochenta años el tamaño del mundo se había duplicado.” (Pág. 179)
A estos imperios se les sumaron listas incontables de atrocidades humanas durante el tiempo de conquista y el mayor endeudamiento de este período por parte de Felipe II después de 1580 al comprar sus flotas marítimas y su conquista Holandesa que empezó a formar brazas en las calderas y formar diferentes corrientes de pensamiento que lograron impactar ideas de independencia por el año 1639.
Si bien es cierto el positivismo nace casi dos siglos después de estos sucesos, debemos tomar en cuenta que estos imperios y la suma del imperio británico, tuvieron fuerte influencia de pensamientos sobre el mundo entero durante dentro de los años que comprenden 1492-1997. Aunque el imperio Español se declaró caído en 1898 tras la guerra de hispano-norteamericanos.
Todas las independencias que sucedieron durante estos períodos sumaron miles de almas perdidas en combate que influenciaron a los pensadores filosóficos que tenemos en la historia.
Cuando Comte escribe el “Curso de filosofía positiva” recientes 30 años aproximadamente después del Final de la Revolución Francesa (1830) y durante las guerras independistas de países hispanos, debemos considerar en sus comentarios un esfuerzo por rescatar la ciencia de las situaciones humanas que empujaban a manipular el pensamiento al esclavismo y situaciones políticas.
La división que Comte propone sobre los estados que pasa el ser humano es una renuncia oficial a la esperanza de un Dios que pueda cambiar las condiciones de vida que este señor le toca presenciar, ya que asocia el estado teológico con las primeras etapas de vida (conceptualización de inocencia totalmente manipulable), luego el estado metafísico como una condición que se alcanza en la juventud (donde la falta de experiencia nos permite asumir conclusiones abstractas o metafísicas) y por último alude la madurez al estado científico o positivo.
Con esta propuesta deja al descubierto su pensamiento de que para poder pensar científicamente tenemos que dejar la fe o esperanza de lado para madurar en la ciencia y que sólo entonces esto haría una sociología científica que sería una base sólida para la reorganización social que debe acabar con el estado de crisis que aqueja desde hace largo tiempo a las naciones más civilizadas. Europa estaba convulsionada por la Revolución Francesa y el comienzo de otra época de conflictos. El Gobierno de William Pitt (1759-1806), le declaró la guerra a Francia en 1793 y al final de la década Napoleón Bonaparte (1769-1821) había aparecido como el nuevo hombre fuerte francés y construido un imperio europeo propio. (Taylor, 2011)
Bajo este entorno de terribles guerras e injusticias nace esta doctrina de la ciencia que viene a esquivar precisamente el motivo de guerras de muchos países al combinar religión y pensamientos de supremacía intelectual con la política y la justificación de sus guerras.
Muy acertadamente, Comte empuja a la sociedad avanzar por encima de todo pensamiento teológico y desafiar los secretos de la naturaleza por medio de un método netamente existencial e indiscutible, donde la suposición no forma campo alguno para llegar a una ley, sino que siguiendo las huellas de Bacon y Descartes, la ciencia es la que suministrará al hombre un dominio sobre la naturaleza.
El razonamiento y la observación podrían ayudar a definir los fenómenos sociales al igual que se establecen los problemas físicos. Presenta una división de la sociología en Estática social (estudia las condiciones de existencia que son comunes a todas las sociedades en todas las épocas, fundamentalmente la conexión entre diversos aspectos de la vida social y condiciones de orden) y la dinámica social que consiste en el estudio de las leyes de desarrollo de la sociedad en especial la de los tres estados y su progreso.
Comte describe la situación política que vive con la ley de los tres estadios. La observación directa y marcada de los hechos sociales, el método comparativo que estudia las analogías y diferencias entre diversas sociedades en sus respectivas fases de desarrollo y el método histórico constituye “la única base fundamental sobre la que puede fundamentarse realmente el sistema de la lógica política”
Comte hace una jerarquía marcada de las ciencias partiendo desde su base matemática la cual para él es la base fundamental de toda filosofía natural, que separa totalmente la conceptualización de amor a Dios por amor a la humanidad. Este esquema la jerarquiza según su grado de generalidad y complejidad en: astronomía, física, química, biología y sociología. Con esta segmentación excluye la teología y la metafísica como ciencias positivas para no mezclar influencias de pensamiento no experimentales y la moral la incluye en la sociología.
Ahora bien, Comte manifestaba una inclinación por la religión católica, sin embargo consideraba que no se debía mezclar conceptos a la hora de hablar de ciencias y propone un ordenamiento lógico, histórico y pedagógico. El orden lógico corresponde al criterio de la simplicidad del objeto, el orden histórico pone manifiesto en el paso de las ciencias particulares hasta el estado positivo y el orden pedagógico se justifica porque habría que enseñar las ciencias en el mismo orden que se ha producido su génesis histórica.
Comte trata de cambiar el concepto de filosofía de un conjunto de todas las ciencias a un proceso para determinar con exactitud el espíritu de cada una de las ciencias, descubrir sus relaciones y conexiones y resumir si es posible todos sus principios específicos en una cantidad mínima de principios comunes, siguiendo el método positivo.
Las Leyes de Comte fueron influyentes en sus sucesores quienes en su mayoría quitaron todo lo relativo a la religión positiva, a excepción de Raymond Aron que retomó estos conceptos.
Seguido de Comte tenemos a John Stuart Mill quien hereda la tesis y actitud de los ilustrados dándole más importancia a la política y abre campo a doctrinas socialistas. Su corriente fue conocida como positivismo utilitarista junto con pensadores como Thomas Robert Malthus quien parte de dos postulados innegables: 1) el alimento es necesario para la vida del hombre; 2) la atracción entre los dos sexos es indispensable y se mantendrá siempre aproximadamente tal como es en la actualidad. Con esto asegura que si el crecimiento de la población es infinitamente más elevado que el poder de la tierra para producir lo medios de subsistencia necesarios para el hombre.
Bajo este ambiente también tomó fuerza la economía clásica con Adam Smith quien sostenía tres ideas: 1) únicamente el trabajo manual es productivo ya que crea bienes materiales que poseen un valor objetivo intercambiable; 2) todos los productores de bienes colaboran indirectamente en la formación de la riqueza, por lo que una nación será tanto más grande cuanto menor sea el mundo de los ociosos; 3) la máxima cumbre se alcanza cuando se asegure el máximo bienestar a todos los individuos.
Robert Owen desarrolla el socialismo utópico al lograr un modelo de previsión humana inteligente con horarios moderados, buenos salarios y condiciones de salud que entusiasma a la clase obrera y logra hacer una fortuna con la cooperación de todos. Trató de persuadir a todos los empresarios de imitarlo y al parlamento de establecer leyes de protección al obrero pero fracasó, por lo que dedicó el resto de su vida a promover el cooperativismo y uniones de trabajadores.
Después de Owen los diferentes pensadores buscaron el balance entre el capital y el valor humano. La búsqueda de la felicidad y la defensa de la libertad del Individuo por medio del ensayo sobre La Libertad en 1859 que constituye en nuestros días la defensa más lúcida y más rica en argumentos de la autonomía del individuo. Se expone la libertad civil, de pensamiento, de proyección según nuestro carácter y asociación. Esto permite crear condiciones sociales de paridad entre hombre y mujer lo que dan a finales de este siglo el derecho al voto para las mujeres
Según Spencer en 1862 establece como principios de punto de partida para la filosofía la indestructibilidad de la materia, la continuidad del movimiento y la persistencia de la fuerza. Esto compete a todas las ciencias. Expone la evolución del universo desde una nebulosa y ofrece una visión metafísica del evolucionismo con ámbitos concretos.
Al final, la filosofía humana cambia según la naturaleza de la historia camine; actualmente no hay guerras tan sustanciales como en estas épocas donde nació el positivismo, pero tenemos el calentamiento global y los desastres naturales que hacen cambiar la mentalidad humana, estrategias y forma cultural de ver las cosas. En un pasado en nombre de Dios se mataban civilizaciones, hoy día en el nombre de la humanidad se justifican las “intervenciones” de la ONU o de los Estados Unidos. Estamos bajo la influencia de los medios de comunicación que se han apoderado de la tecnología y detrás de ellos políticos que buscan una imagen de amor a la humanidad que realmente es un lobo vestido de oveja que ataca a la sociedad con ideales fantasmas que provocan temor y diferencias entre las diferentes culturas.
Estamos dormidos acaso? Dentro de los requisitos de un representante político consideramos si la persona tiene “experiencia política”… me pregunto…. Esto cómo se come?, será que alguien entra a la universidad, estudia política y le enseñan cómo ser corrupto, robar y engañar a la gente para lograr una imagen adecuada frente a lo capitalistas y retener las hordas socialistas que compran con falsas promesas?
Dónde quedó el positivismo, libertad e igualdad? Las corrientes filosóficas de hoy día no tienen bases sólidas, ni principios de hermandad. Son espadas de doble filo, son una técnica para discutir y no para solucionar. Son actitudes para destruir nuestro entorno y no para rescatar lo último que nos queda para heredar a nuestros hijos.
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Referencias Utilizadas
Reale y Antisieri (extracto facilitado por el profesor) Positivismo Historia del Pensamiento Científico y Filosófico. Documento electrónico en .pdf
Taylor, A. (2011). Apogeo y Caída de los Grandes Imperios. Alcobendas, Madrid: Editorial LIBSA.
Vargas-Mendoza, J. E. (2008). Realismo Filosófico: lecturas para un seminario. México:
Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C.
Buen ensayo,,mas sobre socialismo utopico y cientifico aqui....
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/dsusc/1.htm